VERDE
No vale nada
BA
Malegría
De la imaginación
Jueves 7 m. bajo tierra
Si el jueves es duro prefiero dormirlo. después se verá... (vengo haciendo eso hace tres semanas) porque todavía puedo darme el gusto de patear algunas de mis obligaciones cuando necesito más aire. nada define...por el momento... es decir no por mucho tiempo más. dormir en lugar de ahogarme, sería una cosa así.
Siete veces más fuerte que yo
Esconderme en tu memoria
Ya no surgen los títulos
La espera de lo inútil
Hoy estoy tan bien. Tan bien como cuando todo sale como quería. Como yo quería, no como esperaba. Porque tantas veces esperé cosas de vos y nunca moviste un pie para acercarte. Y ahora que mis expectativas son nulas y no estoy a la espera de ningún movimiento de tu parte me sorprendés como vos solo sabés hacerlo. Y me entendés. Entendés todo lo que te digo y todo lo que quiero. Entendés que no hago lo que hago con el fin de lastimarte o lastimar a alguien más sino todo lo contrario. Pero que hay ciertas cosas que pasan igual aunque yo no quiera. Cosas contrarias a mi voluntad y que nunca las registro a tiempo para pensarlas. Pero que termino haciéndolas, ya sabes, lo hago solo por estar bien aunque en la mayoría de los casos termine peor. Es bueno que entiendas que no tengo intenciones. Ni buenas ni malas.
Pensamientos en orden de aparición I
Por el momento lo que más me da vueltas en la cabeza es el examen de matemática de mañana.
La tabla de planchar está mal ubicada realmente. Nadie tiene por qué ingresar a la casa y necesariamente ver una tabla de planchar antes que a la persona que le abre la puerta.
Lula… Lula se fue a
A todo esto la cuestión era que Lula está en la “U” con aproximadamente unos diez/quince individuos de su misma edad y eso no me inspira mucha seguridad.
Igual enseguida va a llegar mi vieja, por ende yo ya no voy a tener de qué preocuparme. La responsabilidad sobre esa pelotita corpórea con gran capacidad de generación de problemas volverá automáticamente a sus manos. El solo pensarlo me serena.
Pasado pEsado
Volvió malegría!
-.-
Rutina se le suele llamar
Me irrita el simple hecho de ponerme a pensar que el setenta porciento de los días que me despego de la cama es pura y exclusivamente para ir a la escuela. Aguantar hora por hora la monotonía que implica la rutina, levantándome a las seis para desayunar a las corridas y esperar el colectivo en la esquina mientras me fumo el primer puchito del día. Son miles los intentos por mantener mi mente entretenida con cualquier cosa durante esa media hora de bondi.
La llegada a Independencia y la costa me hace empezar a disfrutar el único momento apreciable de un día de semana: la plaza a la mañana.
Me bajo del 221 y recorro rentusiasmada la cuadra que me separa de la plaza. Llego, me siento en el point a la luz de los primeros rayos de sol del día y examino el paisaje suplicando que los veinte minutos que tengo antes de tener que entrar al colegio se hagan eternos. Saco el celular de la mochila y activo la alarma de las 7:10 advirtiendo un posible cuelgue con respecto al horario de entrada. Acto seguido me prendo uno. Cambió el panorama. Ahora sí me siento psicológicamente preparada para encarar seis horas recluida en la escuela. La calma se adueña de todo al mismo tiempo que mi cabeza me pide que no me exija.
“Estúpida” pienso mientras me río y me dedico a mirar las cenizas que se me caen encima de la ropa por colgada. Tan colgada que me limito a mirarlas y seguir fumando. "Tan colgada que te tengo que avisar cuando llegas al filtro", me diría Veneno.
Cada minuto lo dudo menos, la sensación de satisfacción que me invade a medida que el humo va entrando en mi cuerpo es enorme.
Suena la alarma. La idea de despegarme de la plaza me resulta espantosa y hasta sinsentido. Opongo resistencia pero es inútil. La alarma sigue sonando y la decisión de levantarme del piso y caminar hasta la escuela se torna cada vez más complicada.
Lo único que me calma en estas circunstancias es saber que mientras más se sufre el encierro
más placer provoca la salida.